EFEMÉRIDES

Nacimiento del escritor Antonio Buero Vallejo (Guadalajara - 29 de septiembre de 1916).

DIVAS

Muerte de la actriz italiana Anna Magnani (26 de septiembre de 1973).

DIVAS

Muerte de la bailarina bonaerense Encarnación López "La Argentinita" (24 de septiembre de 1945).

EFEMÉRIDES

Muerte de la actriz catalana Mary Santpere(23 de septiembre de 1992).

EFEMÉRIDES

Muerte del compositor musical Jacinto Guerrero (Madrid,15 de septiembre de 1951).

EFEMÉRIDES

Muerte del compositor musical madrileño Federico Moreno Torroba (12 de septiembre de 1982)

EFEMÉRIDES

Muerte del escritor madrileño Francisco de Quevedo y Villegas (8 de septiembre de 1645).

Alicia en el país de las pesadillas

Para bucear y sacar a la superfície los terrores infantiles,nadie como el escritor Lewis Carroll;o eso me parece a mí.Esta imagen pertenece a uno de los grabados aparecidos en su "Alicia en el país de las maravillas",publicado en idéntica edición al libro que yo tenía de pequeña.El argumento de la obra - ni mucho menos apta para niños -,ya tenía lo suyo para ser digerida a temprana edad.Aun así,y sin terminar de entender el relato,yo encontraba cierto regustillo en leer y releer el ejemplar,aunque tratara de pasar por alto la contemplación de sus dibujos,especialmente aquel en que se veía un plano general de Alicia con el cuello erguido y grotescamente deformado.Tanta era la aprensión y la ansiedad provocada por el boceto que,en más de una ocasión,mis temores servieron de burla en casa,circunstancia que aprovechaban para exponer el dibujo con mayor rotundidad,unos con intención de hacerme superar mis miedos y otros con peor mala leche,la verdad.

Pasados unos años,me enfrascaba de nuevo en su lectura,aunque no exenta de cierto sudorcillo frío cuando llegaba a las páginas donde podían verse las impactantes ilustraciones.Supongo que llegué a superar ese trauma cuando otros nuevos y mayores llegaron empujando con la intención aviesa de hacerse un lugar circunstancial o de quedarse instalados,en mí,para siempre.

Ahora ya no tengo duda de que,comparado mi cuento de Alicia,con el día a día,produce bastante más pánico el tener que enfrentarse a la cuenta de la cesta de la compra, asistir a la pérdida de identidad de una ciudad como Madrid,o enfrentar el hecho de convivir obligatoriamente con la sinrazón de abundantes prejuicios ideológicos y sociales...Temor de todos los días y,de todas las noches,es el peso de la nube negra de la puta hipoteca,la falta de sosiego y de descanso por causa del panorama del mercado laboral.Miedo cerval es haberse uno instalado en la certeza de permanecer inmerso en un mundo de rapidez vertiginosa donde no existe tiempo para nada,ni para nadie.Pavor real,que no "pavo",es el que nos traen de la mano los medios de comunicación,haciendo llegar hasta nosotros testimonios inacabados,cuando no sesgados o inveraces;pensar en la exigencia que marca la pauta a la hora de bregar con el funcionario hostil en la presentación inacabable de un rosario de absurdos formularios;asistir maniatado a la ley imperante del far west en que se han convertido desde hace un tiempo nuestras aceras,donde tan pronto encuentras una víctima de maltrato que no quiere ser socorrida,como a numerosos grupos de jóvenes empleados en el arte de grabar agresiones con el teléfono móvil.La salvajada sufrida por los animales en buena parte de las fiestas locales deja constancia de todo ello.Cuentos de terror,en todo caso,al más puro estilo Alan Poe,pero traídos a pie de calle y esta vez liberados de su maestría.

Lo dicho,ojalá pudiera retroceder el tiempo para quedarme anclada en mi primer temor,en el momento en que,sin excepción,todos los payasos me parecían felices y podía vislumbrar el horizonte sin peligro de atisbar claroscuros.Entonces todavía existía la posibilidad de jugar,en cierto modo,con el azar:Podías elegir entre abrir o cerrar el libro.

DIVAS ESPAÑOLAS