lunes, 31 de marzo de 2008

Un hombre de verdad

En agradecimiento a mis desvelos,alguien que sin duda me aprecia,me ha regalado recientemente la versión cinematográfica de "Matar a un ruiseñor".A pesar de saber que,ya contaba con ella,ha querido obsequiarme además con el nuevo formato;precioso por cierto.Los extras son impagables, sobre todo en su primera parte;bien es verdad que la larga entrevista que sus fans hacen al protagonista de la historia - el actor Gregory Peck - tampoco está exenta de encanto, a pesar del rebote que me enganché cuando,en un momento de la interviú,el citado actor se permite un comentario irónico acerca de Jean Paul Sartre.En definitiva,¿Qué se puede esperar de la filosofía de vida yanqui?.Después de siglos de su descubrimiento,aún es a ellos a quienes les queda tanto por descubrir... Pero,ésto es harina de otro costal.El caso es que,al volver a disfrutar en la pantalla de este relato,y a pesar de haberlo visionado en numerosas ocasiones,siempre puedes ser capaz de renovar la sensación primera,y hasta de encontrar nuevos detalles en la historia.No en vano, hace décadas que el personaje de Atticus Finch se convertiría,para mí,en el icono de hombre ideal por excelencia.

Cuando de niña leí la novela de Harper lee,su autora,quedé sobrecogida por la dignidad y las maneras de Atticus.El personaje posee todos aquellos valores que entraña el auténtico sentido de la humanidad.Por supuesto la narración consta de todos los ingredientes para ser un cuento de hadas,pero resulta tan edificante soñar... Sería tan imprescindible conservar una pequeña parte de esa ingenuidad infantil...Después,durante mi peregrinar en la vida de adulto, he pasado el tiempo perdido tratando de encontrar o,mejor dicho,de saber reconocer a hombres de esas características.Ni que decir hay,que mi búsqueda ha sido en vano.He conocido a algunos portadores de su honestidad,a pocos de su entrañable sutileza;pero,nunca he llegado a tener frente a mí a un caballero del sur.Y es que,resulta muy difícil aunar en un solo indivíduo la natural rudeza del hombre en perfecta armonía con la templanza de carácter.Cuando aspiras a tanto,es muy probable que la realidad no llegue,ni de cerca,a la consecución de tus espectativas. Cuando además,todos los modelos masculinos con que has contado,han dejado el listón tan alto,el rastreo se torna practicamente estéril.Los hombres que me circundan dicen que así de complicadas somos las mujeres que lo queremos todo.Que,las pocas que hemos sido educadas como varones,somos quienes no llegamos a corresponder con el ideal de fémina sumisa,que es precisamente a la que ellos quieren y, que ésa es la razón por la que forzosamente quedamos inhabilitadas para las relaciones.Probablemente,tengan razón.Nunca he sabido poner cara de lela ante las machadas de mi pareja o de mis amigos,ni hacerles ver que me descubrían el mundo cuando daban cita de cualquier ocurrencia antes pensada por mí.Nada que ver con la indiscreción o la pedantería,aunque ésta pudiera apreciarse por ellos como una actitud díscola.He estado dispuesta a aprender,no tanto a que me enseñaran.Por lo que se vé,aspirar a un equilibrio racional,al margen de roles sexistas (según me cuentan),en el caso de la mujer resulta un error fatal.

Para amar con el corazón,e incluso con la entrepierna,los hay que antes necesitamos hacerlo con la cabeza.En lo que a mí se refiere,siempre he optado por preferir el amor a la admiración,en cambio me muestro incapaz de sustentar ese modus operandi,en todo lo tocante al terreno afectivo .Cualquier actitud que no pase por la turmix de mi entendimiento,no llegará a hacer mella en mi corazón.Si fuera necesario,resultaría apta para brujulear entre las sábanas de un desconocido.Nunca para hacer la cama de alguien que no mereciera mi respeto.Por eso ha de existir,siquiera en la ficción,un personaje como Finch,capaz de encarnar al hombre que realmente lo es,y que no necesita demostrarlo a cada paso.Aventuro que en la sociedad actual y,tal vez en la de cualquier otra época,ésta pueda ser una dinámica complicada de efectuar.Aún así,me pregunto : ¿Dónde tiene su lugar el bien entendido honor?,¿Qué ha sido de aquellos hombres que eran capaces de otorgar validez a su palabra?.Al hilo de todo ello,no puedo por menos que enternecerme con la imagen ofrecida por muchos caballeretes,por eso de que "de todo hay en la viña del señor", y sobre los que ya escribiera Esther Vilar,en su controvertido libro "El varón domado".¿Víctimas o verdugos?.Atticus habría dicho:"Lo justo consiste en hacer lo necesario para mantener alta la cabeza"...Eso es a lo que yo llamo:Un Hombre de verdad.

viernes, 28 de marzo de 2008

"Cocidito madrileño"

El sábado hacemos un homenaje a Pepe Blanco.Nos han invitado a una cociada madrileña de esas de Antología de la zarzuela.De las de buena mesa y mantel.Esta vez,se lo va a marcar mi hermana,que además ha prometido hacerme como acompañamiento la famosa salsita de tomate natural y comino,que tanto me gusta,y que ya se ha convertido en una receta de familia.Sabemos cómo empezará la jornada,pero a juzgar por los vinitos guapos que he visto en su alacena,me temo que no sabemos cómo acabará.Seguramente el postre también apuntará maneras.Conozco a mis clásicos.Me imagino que subirán a casa una suculenta bandeja de la pastelería "El Riojano",una de mis favoritas.Si por causa de los preparativos del evento,no les ha dado tiempo de ponerse al dia,no es problema.El dulce lo llevaré yo.

La sobremesa promete.Uno de nosotros (imperdonable,por cierto),aún no ha tenido ocasión de visionar la trilogía completa de "El Padrino".Mi hermana dice que ésta sería la oportunidad perfecta para hacerlo.Tenemos gustos cinematográficos tan dispares que éste parece ser el único film capaz de conciliarnos. Aprovecharé mis últimos estertores,tras la ingesta del cocido,para "pinchar" los chotis de Nati Mistral y algún que otro pasacalles castizo,por eso de que mi cuñado - como diría Mario Moreno (Cantinflas) - "le hace a lo popular".Como estamos en periodo de recesión económica,por no decir "pelaos",pasaremos así la jornada. De todas formas,no lo considero un mal plan.Esperemos a ver lo que nos depara la noche,¡Total,metidos en laberintos...lo mismo dá blanco que tinto! o,dicho de otra manera...Pa poca salud:Ninguna.Y es que,la verdad es que somos la leche.Nos gusta más un sarao que a un tonto,una tiza.Cualquier excusa es buena para montar la marimorena,que decía aquel.Y,menos mal que tenemos estos ratos,oiga,porque de seguir así la cosa vamos a terminar por comer los garbanzos con cuerda.
Ahora que lo pienso,tal vez debería ir disfrazada de Mari Pepa.No sé si se consideraría una irreverencia, meterme entre pecho y espalda el cocido,ataviada con vaqueros.Echaré un vistazo al vestidor y,bueno...ya veremos.

jueves, 27 de marzo de 2008

¿Jugamos a ser papás?

¡Qué mono es el nene!,dice la mamá cuando por fin consigue ver su carita.¡Está como para comérselo!,asevera el papá de corrido.Aproximadamente catorce o quince años después,ambos manifiestan :¿Por qué no nos lo habremos comido?.Y es que,es condición humana andar por ahí,vagando en búsqueda de respuestas,e incluso recurrir a la ley natural para dar justificación a nuestras ansias de convertirnos en dioses.Yo misma pasé también por esa endiablada faceta,por causa de mi reloj biológico.Menos mal que las circunstancias me impidieron consumar la acción,imponiéndome nuevo veto.En este sentido,apuntaba mi suegra - cuando aún nos frecuentábamos - lo guapos que habrían salido nuestros hijos,en el caso de que hubiéramos decidido tenerlos.Sin acertar a comprender,o sí, que con esa afirmación establecía una comparativa entre su hijo (por no hablar de mí) y una buena camada de toro de lidia.Ésta es otra de las cosas que ella jamás se plantearía.

El caso es que,a propósito de todo ésto,hace unas semanas llega hasta mis oídos la epopeya vivida por Borja, el hijo de una antigua amiga de mi madre.Al otro lado del teléfono,y hecha un mar de lágrimas la susodicha le cuenta ( la única en no saberlo debía ser ella), que acaba de enterarse de que su hijo es gay.La tipa suelta por la boca sapos y culebras,mientras se prepara para salir a bailar.Entre lloro y lloro le relata todo el contenido de la bronca,que al parecer ha sido de campeonato y,en la que para terminar,el chico acaba por echarle en cara la diferencia de trato que ella profiere entre los hermanos.Pero,es que cabe entender que,entre uno y otro,no haya color.No puede compararse a un trinfador de gimnasio,"madero" de profesión,con un universitario homosexual,aunque éste tenga ( como es el caso) un cociente intelectual de superdotado. Ni que decir hay que Borja lo está pasando fatal.Ha abandonado la facultad,y ha comenzado a buscarse la vida trabajando en una charcutería,primero,y más tarde detrás del mostrador de una esotérica tienda de barrio.No es que alguien le haya dicho que se largue de casa.Pero él parece haber escuchado eso de "ahí tienes la puerta".Afectadísima por el qué dirán,y después de haber pedido consejo hasta a un sacerdote,se pregunta la madre qué es lo que ella ha hecho mal,al tiempo que nos relata los requiebros con que siempre me ha obsequiado su hijo,desde luego no en el sentido que ella le quiere dar.Agarrándose a un clavo ardiendo,que no existe,todavía es capaz de preguntarse si el joven podría encontrar una chica como yo.Desconozco si realmente es rematadamente imbecil,o si sólo se lo hace,porque los disgustos no le han quitado las ganas de salir en busca de carne fresca,repartida por todos los garitos de maduros de la capital,cosa que,en su defecto también hace Borja y, que ella sí que le recrimina...Por esa regla de tres,compuesta,se viene a dictar la llamada " ley del embudo". La moderna y madurita mamá parece resistirse a abandonar los dictados de una moral faudal.

Al otro lado de la ciudad ,Marta tiene ya más de treinta.Vive con su madre,y es ésta quien decide qué ropa ha de llevar,cómo debe calzarse y hasta el estilo de su peinado.Come lo que cocina la señora,pues por sí misma es incapaz de preparar nada más allá de un simple bocata.La madre se ha ocupado también de buscarle empleo,y de dar el visto bueno a cualquier otro que ella no le haya proporcionado.Salen juntas a la calle.Juntas acuden también a los escasos encuentros sociales y hasta a los funerales;sobre todo son "punto fuerte" en todos corrillos de cotilleo maledicente del bloque.Siempre van unidas,excepto en una ocasión,en que Marta consigue zafarse de ella (todo un logro),para acudir a la consulta de un psiquiatra.El médico le receta un cargamento de ansiolíticos y antidepresivos,que ella deberá tomar a escondidas,pues éste en su casa resulta también territorio prohibido,al tiempo de una terapia consistente en alejar a la hija de la madre,para evitar así su manipulación.Como era de esperar,Marta no renueva la cita.A pesar de reconocer su estado de secuestro permanente,aún sostiene abundantes síntomas de un Síndrome de Estocolmo.A su hermano mayor,le ha venido como dios el hecho de dejarla ahí aparcada,para que sea el sustento de la vejez de la viuda perenne,según palabras de la propia madre.Su hermano menor,en cambio,se siente responsable de la situación,aunque la piedra no se encuentre sobre su tejado.Habitualmente la agasaja con presentes,e intenta frecuentarla con regularidad,pues sabe que el es su único vínculo con el mundo real.Marta no ha conocido este mundo,mejor dicho,no ha conocido ninguno.Nunca ha tenido pareja,ni ha llegado a salir con nadie.Las pocas amistades con que ha contado han tenido que pasar por el filtro de su mamá,al igual que lo hiciera Bette Davis en su película "La extraña pasajera".Es,en carne mortal,el vivo retrato del personaje.Y,no se resiste.Consciente de saber que nadie podría cubrir su huída,se ha hecho a la idea de tener que soportar las depresiones paranóicas del fichaje con quien comparte su vida.Resulta asombroso pensar que a estas alturas todavía quede tanta gente anclada en los preceptos del cuarto mandamiento,máxime cuando se dan estas situaciones freudianas.

Atrás quedan ya los días en que Borja y Marta eran sonrosados querubes.Ahora que se han convertido en adultos - que no,independientes - parecen no hacer tanta gracia a sus papás.Quizá habría que preguntarles a ellos si les gusta la familia que les ha tocado en suerte.Por eso,y por un buen ramillete de poderosas razones,he preferido servir yo sóla de pasto para los dioses.¡Qué se diviertan conmigo,como de hecho han venido haciendo! ;pero,por favor,que sea respetada mi decisión.No estoy formada ni conformada como para educar a nadie y,dudo que alguien lo esté;menos aún para servir de ejemplo.Habría sido una madre sobreprotectora y castrante.Habría querido tanto a mis hijos,y soy tan asquerosamente responsable que,lo mejor que pude hacer por ellos,fue no tenerlos.

martes, 25 de marzo de 2008

Y,por fin se hizo la luz...

Y,por fin se hizo la luz,que para mí es la oscuridad...Y,por fin puedo dar un "rulo" tranquila, por el lugar, sin miedo a ser pisoteada.

Después de la puta resaca sufrida tras la Semana Santa,por fortuna he llegado a de perder de vista a los cientos de penitentes,nazarenos,visitantes,y moradores de mi Madrid.Porque,estos días de atrás,no había valiente que pudiera salir sin encontrarse rodeado de toda esa piara de almas piadosas,inundando las calles,con su pestilente aroma.¡Menos mal que aseguran que estamos en un estado aconfesional,que si no fuera así,no sé qué sería de nosotros!.

Un añito más teniendo que soportar el despliegue del sarao contemplativo,desde los diferentes pueblos de España.Colocas el telediario,por eso de que "esté de fondo" - como dice uno que yo conozco- y,te ves obligado a presenciar a todos los flageladores y flagelantes "do reino";quienes a juzgar por lo que se vé,no parecen ser escasos.Y,para remate de feria decimonónica,lo acojonante es ya tener que observar a los niños disfrazados de cofrades,de capuchinos,y hasta de Manolas con mantilla negra.Se cuenta que el país está sin un duro,y son precisamente las clases más desfavorecidas las que tiran del pecunio -¡Véte tú a saber de dónde! - para pagarse el atrezzo de un remedo de halloween grotesco.Y, a joderse tocan."Bellis nolis".Claro está que tampoco podemos pretender estar todos en igualdad de condiciones...A buenas horas puede hacerse uno con la rúe cuando convenga a sus manifestaciones espirituales.Éso sería llegar a sacar los pies del tiesto.Y,ni siquiera puede decirse que la culpa sea del gobierno regional que nos ha tocado en desgracia,pues en lo tocante a materia religiosa,priman otros intereses.Por tanto,lo mismo da que esté en el poder Paco que Felipe.Aquí todo dios está avocado a tragar con la costumbre preestablecida.¡Y venga de hacer alarde de imágenes que levantan el estómago al más pintao!,¡Y,venga de gastar dinero del erario público en limpieza extra,en ornamento,y hasta en efectivos policiales!...y,¡Venga de estupidizar al personal que,por casualidad,aún no lo estuviese!.

Quisiera que alguien me explicara por qué coño no puedo yo pasear por Madrid,sin encontrarme con el séquito trasnochado de las jodías procesiones.Y de paso,si no es mucho pedir,que alguien me dijera también (aparte de contrariar al prójimo) cúal es el objeto a seguir por toda esa partida de "comesantos".Quizá es que les parece que la vida no les ha dado suficientemente por el culo,y se ven en la obligación de alimentar determinadas inclinaciones masocas.¡Cúan encabronante resulta presenciar que en este caso,como decía "El Gallo" : "Haya gente pa tó"."Sarna con gusto no pica,pero mortifica",que decía aquel.Una vez escuche aseverar por ahí a un cachondo que algunos "se fuman hasta con el humo de la ensalada".

Los que dicen estar en gracia de dios,apelan a la fé para justificar este rosario de sinrazones.Oiga usted,para fé la que tiene que echarle uno para llegar a serenarse y abortar las ansias de subir a una azotea,acompañado de una recortada.Pasée por otros sitios,contestaría un cínico a mis quejas;pero es que se da la circunstancia de que toda la borreguería pía viene a expandirse precisamente a través de mi barriada.Así que,como no me compre un boeing 747,o me encierre en casa,concluyo harto difícil la posibilidad de hacer vida normal (en el caso de que la tuviera).

Ésta es otra...Si habitualmente ya destesto la programación televisiva,en estos días ha acabado por crispar los muchos nervios que aún me quedan.Y,no es que tuviera interés alguno por contemplar otra cosa que no fuera la resurrección de las almas (que no de los cuerpos),ya que por costumbre no veo el televisor más que para criticar. Simplemente me asquea la colección de films coloreados y versionantes de la historia sagrada.Para sagrada,digo yo,la tranquilidad que nos hubiera gustado tener a muchos,durante estas jornadas.Ya que no he podido "tomar las de Villadiego",al menos creía tener derecho al reconfortante gris de los días ordinarios.La verdad es que,entre unas cosas y otras,no he tenido tiempo para nada.No he hecho nada en especial.Y para variar,no he podido descansar un carajo.Así que,me he prometido a mí misma que la próxima celebración eclesiástica de este cariz,la pasaré practicando sexo,bebiendo vino de Madrid y comiendo bifé de chorizo.Reconozco que será mi particular aullido al sol,pero quedaré más tranquila pensando que de ese modo la cosa quedará "en tablas"...¡Ay,qué penitencia!

viernes, 21 de marzo de 2008

REPULSIÓN


lunes, 17 de marzo de 2008

En los felices ochenta



Al salir de casa,la otra tarde,me cruzé con una cara conocida.A simple vista no conseguía saber de quien se trataba.Andúve un buen rato comiéndome la cabeza,buceándo en mi pasado,tratando de hallar la identidad del sujeto.Una y otra vez,jugueteaba en mi imaginación con su fisonomía,hasta que al fin diera con el resultado del enigma.No era de extrañar que no le hubiese reconocido.Estaba realmente cambiado.Ya no era el adolescente de tupé que esperaba cada tarde, sentado en el pollete del Instituto Cervantes.Es lógico que yo echara a faltar en él ese detalle característico.El estudiado flequillo que luciera veinte años atrás,había desaparecido para dejar aposentada,como única cubertura de su cabeza, una microcabellera rala.Su frente tenía ahora más entradas que la carretera de La Coruña.
Efectivamente,era Uge.Diminutivo de Eugenio.El tipo se hacia llamar así,supongo que con la intención de otorgar mayor empaque a su imagen de "buen chico duro".Era,por entonces,novio de Patricia,una rockera tan antipática como conocida en el centro educativo;principalmente por la abnegación que el chico le profesara,pues la esperaba en la calle cada tarde,como un clavo,hiciera sol o nevara.Más tarde me enteraría por amigos comunes de que "la peligrosa",después de separarse de él,le habría dejado temblando la cuenta bancaria,además de levantarle una valiosísima colección de discos.No me sorprendió en absoluto.La verdad es que se veía venir...
El caso es que,al verle,comenzé a recordar a algunos personajes de aquella época de los ochenta que ahora parece tan lejana.Lugares,escenas y situaciones que ya creía olvidadas,venían a superponerse en un intento de nebulosa vital fallida,pues la protagonista de todo eso,ya no era yo;sabeedora de que esas historias,de tiempo atrás,quizá ya ni siquiera me pertenecen.
A pesar de compartir indumentaria e inquietudes musicales con Uge y Patricia,jamás tuve relación con ellos que fuera más allá de un mero saludo de cortesía.Ambos eran amigos de otros colegas rockers que había en el instituto.Algunos de sus componentes eran los artífices de un modesto grupo musical llamado "Jesús y los locos romanos".Su vocal,un jovencito enclenque y picado de viruela,despertaba por entonces mis instintos más voraces;pero,confieso que siempre hube de conformarme con mirarle cuando nos cruzábamos por los pasillos.Su mejor amigo era "El Guti": el batería del conjunto.Éste sí que era un indivíduo digno de mención.Pequeño,diminuto diría yo.Todo su chulesco talante se perdía entre el encrespado de su flequillo y los diminutos zapatos de Frankie,que a diario luciera.Parecía como sacado del croma de promoción de "West side story".Fumaba "Carabelas" y,tenía unos enormes ojos azules que sabía entornar como nadie.
Todos estos rockeros,junto con algún que otro mod,y los muchos heavys y punkys que entonces animaban el cotarro,le daban al paisaje del patio escolar un toque colorido.Era cuando todavía se celebraban fiestas en el patio de columnas.Cuando el bar de Mundi,era el bar de Mundi;y,comprábamos bocatas para compartir y cigarrillos sueltos,y sobre todo, hacíamos de él el lugar para escaparnos de pellas.Todo eso sucedía antes de que colocaran enrejados en las ventanas del edificio,para evitar que los alumnos descansáramos allí entre horas.Antes de que prohibieran las cañas y,hasta el tabaco.Antes de que pusieran veto a las celebraciones.Antes de que impusieran censores y guardias de pasillo,al estilo de la usanza yanqui.
En esos días,la maravillosa inconsciencia de la edad nos llevaba a pensar (a los que teníamos la costumbre de hacerlo),en la existencia de ¡tantas ilusorias oportunidades!. Las mismas que,poco tiempo después,pasarían inevitablemente a convertirse en humo.Arrastrábamos,sin querer, un poco el legado de "Llevar la imaginación al poder",heredada del 68 francés,y la inevitable locura de los quince.Ya saben,..."La juventud es una enfermedad que se cura con los años".
Corría el verano de 1985.Yo tenía telarañas en los bolsillos,y unos padres excesivamente miedosos.O,al menos,eso me parecía a mí.Siempre había movida en casa por causa de la hora de llegada.Mis horarios estaban más apretados que un viaje en metro,en hora punta.Aún así,yo hacía lo posible por encontrar un hueco para saltarme a la torera la normativa. Después,en lo sucesivo, ésta ha venido siendo mi máxima de conducta...¡Y,así me ha ido! Como las chicas buenas van al cielo y yo, ya lo tenía perdido;optaba por tratar de ir a todas partes.
Con la hora pegada en el culo,habitualmente,me escapaba a tomar el aire - pues,otra cosa habría sido imposible - ,al King Creole : Un antro rockero,enclavado entre las calles de San Vicente Ferrer y de La Palma.El sitio,tenía para mí un toque exótico.Incluso ahora,mirado con distancia, creo que lo tendría aún más.En estos días en que la juventud aparenta ir uniformada por las calles,aquel reducto parecería hoy insólito de contemplar en el panorama actual de la noche madrileña.Lo cierto es que el garito resultaba realmente cañero.
Al igual que una pequeña multitud de chicas de mi tiempo,yo iba cambiando mi aspecto de camino hacia la calle.Lo hacía nada más salir.En casa de alguna conocida,me daban cuartelillo para guardar lo que en la mía habrían denominado como ropa "no apta".Para mi padre ése era otro de sus interminables dilemas.El primero de todos ellos,según él : la paradoja de que la vida le hubiera castigado con el hecho de haber concebido féminas,en vez de hijos varones.Del mismo modo que durante nuestra infancia se mostrara como un padre modelo,al llegar la pubertad,nuestros cambios le tenían desconcertado,descentrado diría yo.El adalid de la progresía,sobre todo en lo tocante a libertades individuales - más cuando se trataba de circunstancias ajenas - se transformaba en un roth wailler,al acecho,en todo lo referente a sus vástagas.El jari estaba servido a diario,entre otras cosas,por mi forma de vestir.
Mi hermana,más moderada y acomodaticia y,sobre todo mil veces más lista que yo;no tenía tantos problemas en este sentido.Pero lo mío - en palabras de mi viejo - ,era " de juzgado de guardia".Ponerme la falda de capa,los cancanes,los "buguis" , las medias de red,y por supuesto pintarme las uñas de negro,eran motivo sobrado para que él se pusiera de idem. ¡Jóder con los rojos!,pensaba yo...tan ridículamente inquietos por el que dirán.Supongo que ésta no era su principal preocupación pero,a pesar de todo,me decía:"¿Tú te has visto?... Eres la única,de todo el barrio,que va con esas pintas".Ya ves,¡como si el aderezo físico fuera el principal distintivo!.A decir verdad, mantengo que el farolillo rojo se lleva en la frente,o no, vaya uno desnudo o vestido.Y eso,sí que es inevitable.
En los felices ochenta,volábamos a los conciertos que facilitaba Tierno en el Paseo de Camoens. Bailábamos y reíamos escuchando a "Loquillo",a "Los Rebeldes",a la "Mongragón","La Frontera","Alarma" o "Rosendo",etc...Sí,es cierto que la calle estaba difícil,pero en una ciudad como Madrid siempre lo está.Los fines de semana solíamos acudir a la discoteca Star,cerca de la Plaza de Santo Domingo.Allí se reunía buena parte de la comunidad Mod y de la rockera de la capital.Allí hacíamos el gilipollas,unos y otros,observados de cerca por los guardianes del local : dos enormes africanos que,con un golpe de vista,hacían imponer la ley y el orden en el recinto.Allí aprendimos a bailar Rock & Roll con la música de Jerry Lee Lewis,Stray Cats o Chuby Checker.Apurábamos el tiempo con las baladas de Elvis y de Peggy Lee y,nos recogíamos después del pase de tarde,con la melodía de "Camarera de mi amor",de Machín.Ése era el toque de queda para indicar que el antro se cerraba a los jóvenes.Antes de llegar a Star,habíamos pasado más de una hora pidiendo duros en la puerta del metro,hasta llegar a completar la pasta que nos hacía falta para poder acceder al interior.Mi viejo,investigador nato; conocía mejor que nadie el percal de mis incursiones callejeras.Por eso,se desesperaba.
Hace muchos años que he perdido de vista a toda esa gente.Lo único que conservo de esa época es una limitada colección de discos y, un gusto algo peculiar en el vestir,más asemejado a una mujer de los cincuenta,que a la moda que me ha tocado vivir.Cuando paso cerca del instituto,me resultan absolutamente ajenas la indumentaria y maneras de la juventud que lo circunda.Efectivamente,parecen estar a años luz de lo que éramos nosotros.
El cantante de "Los locos romanos" está muy bien situado,ahora.Vive en un barrio caro,de Madrid. Seguro que tampoco conserva ya su tupé.Me consuelo pensando que,como soy una consumada fetichista,ya no me interesaría.El "Guti",que llegó a formar un fugaz grupo de Rock; sobrevive,a duras penas,poniendo copas en los baretos de Lavapiés.Cuando coincidimos,ni siquiera me reconoce.Prefiero pensar que no es porque yo esté tan acabada,sino porque con seguridad presento una apariencia totalmente distinta.Me entristece decir que él sí a perdido el brillo de sus ojos,así como sus ínfulas chulescas.
Las colegas de aquellos años ahora están casadas y,la mayoría, son madres de familia.Todavía me cruzo,de vez en cuando,con alguna de ellas.Tampoco saben quén soy.Patricia y su hermana (las superrockeras del Cervantes) están actualmente orondas,tras haber parido a sus bebés.Ya no hay conciertos como aquellos de la Casa de Campo.King Creole y Star, ya no existen.Y,para escuchar buen Rock & Roll debes asistir a un concierto-recuerdo o colocarte un vinilo en el salón de tu casa.Me debato en la respuesta de saber qué puede,a mi juicio, resultar más deprimente.
Sin duda,en lo que a mi pasado juvenil se refiere,suscribo una de las frases del irrepetible Groucho Marx ."Mi juventud...Pueden quedarse con ella".
Al menos,como guiño,coloco aquí una portada de disco de los Stray Cats.La coña es que,ahora,sí que soy un calco de la muñeca dibujada.En cuanto la vean, servirá de cachondeo a cuantos me conocen.

jueves, 13 de marzo de 2008

Margaritas a los cerdos


Las generaciones que lucharon por la República y,por la Libertad,se revuelven en sus tumbas.Y yo con ellas.

No contamos nada nuevo,si decimos que ésta es la democracia al servicio de la burguesía capitalista.Pues,de aquellos polvos vienen estos lodos.Cuando la causa comunista del PCE "vendió" su proyecto político,durante la etapa de la transición;vendía a su vez la última posibilidad de justicia histórica,si es que alguna vez existiera la oportunidad de llevarse a cabo.

He visto sucumbir en soledad a mis dos abuelos,después de haber luchado toda su vida por dejar tras de sí un legado vital coherente.Encarcelados,torturados,y perseguidos no sólo durante la etapa franquista.Instados a mentir,desde sus propias filas,con la interesada finalidad de conseguir sustanciosas pensiones que,efectivamente merecían,pero que naturalmente serían rechazadas.Para ellos,habría sido como tracionarse a sí mismos.A la causa.Otros muchos sí supieron subirse a ese oportunista caballo.Y,ahora pasan a engrosar,de la mano de sus descendientes,las filas de la llamada Izquierda en España.

Como consecuencia de esta estirpe de perdedores,he sido significada,desde niña,dentro de un colegio estatal;donde mis profesoras se horrorizaban primero,y me ridiculizaban después,por negarme a hacer la comunión,mientras vociferaban delante de toda la clase que mis padres eran de "la horda roja".Esas curatas,hijas del fascio,se cebaban conmigo por el odio visceral que profesaran a los autores de mis días.Estas que puedan suponer a alguien historias propias del abuelo Cebolleta,sí pueden traer,a la mente de otros,recuerdos fidedignos.Conozco a muchos que aseguran haber pasado por ése,entre otros vejatorios trances escolares,para evitarse males mayores.¡Qué no sería después,durante la etapa de adulto!.

He sufrido,en primera persona,las secuelas heredadas de un talante comprometido,además de un equivocado sentido de la decencia,que sólo ahora (acierto a comprender) sirve únicamente para "pasarlas putas" y,para conseguir quedar por siempre desasistido.Lo peor que le puede pasar a alguien es llegar a este punto de escepticismo.Tener la certeza de que el ideal consecuente no hallará un espacio de cobijo.Sobre todo cuando sabes que su práctica conlleva dejar,con el culo al aire,principalmente a los tuyos.Los principios éticos todavía no se ocupan de pagar las facturas,ni procuran el sustento.

A pesar de todo,aún no he aprendido la lección.Sigo pensando que la lucha no está en las urnas.Debería estar en la calle.El error está siempre en aquel que pide,cuando en realidad debiera disponerse a tomar.En este punto,impera la política de hacer oídos sordos;ya puede pasar,lo que pase.La nebulosa social imprime una negativa constante,cuando se trata de cerrar filas ante cualquier altruista causa.La gente traga con lo que sea necesario,con tal de mantener esta mierda de estado del bienestar,que sólo lo es,para unos pocos.Eso sí,la oligarquía del respetable conserva la suficiente energía como para atacar,por sistema,a todo mortal que se niegue a pertenecer a una acreditada formación.Y es que,aún existe mucho miedo en determinados círculos.Pavor a reconocer la extracción política. Mucho más,a perder el estatus.Esa puta obligatoriedad que empuja al grueso de la población a cargar con un distintivo afín,dentro de esta repugnante aldea global,concebida para otorgar validez a la mayoritaria mesnada.

Ser pobre,y tener un espíritu carente de ambición:Insufrible estigma.

Perdonen,pero es que quiero suponer que,al menos,cada quien debiera tener el derecho de sangrar por su herida.

No tengan en cuenta mis palabras.O sí.Efectivamente,estoy traumatizada por no haber nacido dentro de la mafia siciliana.Ésos,si que saben hacer las cosas.Por deber...debo tanto (a mi gente) que,debería hasta de callarme.

Y,para colmo esta jodía configuración de Blogger,que no se arregla ni queriendo.

lunes, 10 de marzo de 2008


"A VOSOTROS (POLÍTICOS) OS HEMOS FORMADO EN INTERÉS DEL ESTADO,TANTO COMO EN EL PROPIO VUESTRO, PARA QUE SEÁIS EN LA REPÚBLICA NUESTROS JEFES Y VUESTROS REYES" ( PLATÓN )

viernes, 7 de marzo de 2008

El "NO" POR REPUESTA