En agradecimiento a mis desvelos,alguien que sin duda me aprecia,me ha regalado recientemente la versión cinematográfica de "Matar a un ruiseñor".A pesar de saber que,ya contaba con ella,ha querido obsequiarme además con el nuevo formato;precioso por cierto.Los extras son impagables, sobre todo en su primera parte;bien es verdad que la larga entrevista que sus fans hacen al protagonista de la historia - el actor Gregory Peck - tampoco está exenta de encanto, a pesar del rebote que me enganché cuando,en un momento de la interviú,el citado actor se permite un comentario irónico acerca de Jean Paul Sartre.En definitiva,¿Qué se puede esperar de la filosofía de vida yanqui?.Después de siglos de su descubrimiento,aún es a ellos a quienes les queda tanto por descubrir... Pero,ésto es harina de otro costal.El caso es que,al volver a disfrutar en la pantalla de este relato,y a pesar de haberlo visionado en numerosas ocasiones,siempre puedes ser capaz de renovar la sensación primera,y hasta de encontrar nuevos detalles en la historia.No en vano, hace décadas que el personaje de Atticus Finch se convertiría,para mí,en el icono de hombre ideal por excelencia.
Cuando de niña leí la novela de Harper lee,su autora,quedé sobrecogida por la dignidad y las maneras de Atticus.El personaje posee todos aquellos valores que entraña el auténtico sentido de la humanidad.Por supuesto la narración consta de todos los ingredientes para ser un cuento de hadas,pero resulta tan edificante soñar... Sería tan imprescindible conservar una pequeña parte de esa ingenuidad infantil...Después,durante mi peregrinar en la vida de adulto, he pasado el tiempo perdido tratando de encontrar o,mejor dicho,de saber reconocer a hombres de esas características.Ni que decir hay,que mi búsqueda ha sido en vano.He conocido a algunos portadores de su honestidad,a pocos de su entrañable sutileza;pero,nunca he llegado a tener frente a mí a un caballero del sur.Y es que,resulta muy difícil aunar en un solo indivíduo la natural rudeza del hombre en perfecta armonía con la templanza de carácter.Cuando aspiras a tanto,es muy probable que la realidad no llegue,ni de cerca,a la consecución de tus espectativas. Cuando además,todos los modelos masculinos con que has contado,han dejado el listón tan alto,el rastreo se torna practicamente estéril.Los hombres que me circundan dicen que así de complicadas somos las mujeres que lo queremos todo.Que,las pocas que hemos sido educadas como varones,somos quienes no llegamos a corresponder con el ideal de fémina sumisa,que es precisamente a la que ellos quieren y, que ésa es la razón por la que forzosamente quedamos inhabilitadas para las relaciones.Probablemente,tengan razón.Nunca he sabido poner cara de lela ante las machadas de mi pareja o de mis amigos,ni hacerles ver que me descubrían el mundo cuando daban cita de cualquier ocurrencia antes pensada por mí.Nada que ver con la indiscreción o la pedantería,aunque ésta pudiera apreciarse por ellos como una actitud díscola.He estado dispuesta a aprender,no tanto a que me enseñaran.Por lo que se vé,aspirar a un equilibrio racional,al margen de roles sexistas (según me cuentan),en el caso de la mujer resulta un error fatal.
Para amar con el corazón,e incluso con la entrepierna,los hay que antes necesitamos hacerlo con la cabeza.En lo que a mí se refiere,siempre he optado por preferir el amor a la admiración,en cambio me muestro incapaz de sustentar ese modus operandi,en todo lo tocante al terreno afectivo .Cualquier actitud que no pase por la turmix de mi entendimiento,no llegará a hacer mella en mi corazón.Si fuera necesario,resultaría apta para brujulear entre las sábanas de un desconocido.Nunca para hacer la cama de alguien que no mereciera mi respeto.Por eso ha de existir,siquiera en la ficción,un personaje como Finch,capaz de encarnar al hombre que realmente lo es,y que no necesita demostrarlo a cada paso.Aventuro que en la sociedad actual y,tal vez en la de cualquier otra época,ésta pueda ser una dinámica complicada de efectuar.Aún así,me pregunto : ¿Dónde tiene su lugar el bien entendido honor?,¿Qué ha sido de aquellos hombres que eran capaces de otorgar validez a su palabra?.Al hilo de todo ello,no puedo por menos que enternecerme con la imagen ofrecida por muchos caballeretes,por eso de que "de todo hay en la viña del señor", y sobre los que ya escribiera Esther Vilar,en su controvertido libro "El varón domado".¿Víctimas o verdugos?.Atticus habría dicho:"Lo justo consiste en hacer lo necesario para mantener alta la cabeza"...Eso es a lo que yo llamo:Un Hombre de verdad.
lunes, 31 de marzo de 2008
Un hombre de verdad
viernes, 28 de marzo de 2008
"Cocidito madrileño"
El sábado hacemos un homenaje a Pepe Blanco.Nos han invitado a una cociada madrileña de esas de Antología de la zarzuela.De las de buena mesa y mantel.Esta vez,se lo va a marcar mi hermana,que además ha prometido hacerme como acompañamiento la famosa salsita de tomate natural y comino,que tanto me gusta,y que ya se ha convertido en una receta de familia.Sabemos cómo empezará la jornada,pero a juzgar por los vinitos guapos que he visto en su alacena,me temo que no sabemos cómo acabará.Seguramente el postre también apuntará maneras.Conozco a mis clásicos.Me imagino que subirán a casa una suculenta bandeja de la pastelería "El Riojano",una de mis favoritas.Si por causa de los preparativos del evento,no les ha dado tiempo de ponerse al dia,no es problema.El dulce lo llevaré yo.
jueves, 27 de marzo de 2008
¿Jugamos a ser papás?
¡Qué mono es el nene!,dice la mamá cuando por fin consigue ver su carita.¡Está como para comérselo!,asevera el papá de corrido.Aproximadamente catorce o quince años después,ambos manifiestan :¿Por qué no nos lo habremos comido?.Y es que,es condición humana andar por ahí,vagando en búsqueda de respuestas,e incluso recurrir a la ley natural para dar justificación a nuestras ansias de convertirnos en dioses.Yo misma pasé también por esa endiablada faceta,por causa de mi reloj biológico.Menos mal que las circunstancias me impidieron consumar la acción,imponiéndome nuevo veto.En este sentido,apuntaba mi suegra - cuando aún nos frecuentábamos - lo guapos que habrían salido nuestros hijos,en el caso de que hubiéramos decidido tenerlos.Sin acertar a comprender,o sí, que con esa afirmación establecía una comparativa entre su hijo (por no hablar de mí) y una buena camada de toro de lidia.Ésta es otra de las cosas que ella jamás se plantearía.
El caso es que,a propósito de todo ésto,hace unas semanas llega hasta mis oídos la epopeya vivida por Borja, el hijo de una antigua amiga de mi madre.Al otro lado del teléfono,y hecha un mar de lágrimas la susodicha le cuenta ( la única en no saberlo debía ser ella), que acaba de enterarse de que su hijo es gay.La tipa suelta por la boca sapos y culebras,mientras se prepara para salir a bailar.Entre lloro y lloro le relata todo el contenido de la bronca,que al parecer ha sido de campeonato y,en la que para terminar,el chico acaba por echarle en cara la diferencia de trato que ella profiere entre los hermanos.Pero,es que cabe entender que,entre uno y otro,no haya color.No puede compararse a un trinfador de gimnasio,"madero" de profesión,con un universitario homosexual,aunque éste tenga ( como es el caso) un cociente intelectual de superdotado. Ni que decir hay que Borja lo está pasando fatal.Ha abandonado la facultad,y ha comenzado a buscarse la vida trabajando en una charcutería,primero,y más tarde detrás del mostrador de una esotérica tienda de barrio.No es que alguien le haya dicho que se largue de casa.Pero él parece haber escuchado eso de "ahí tienes la puerta".Afectadísima por el qué dirán,y después de haber pedido consejo hasta a un sacerdote,se pregunta la madre qué es lo que ella ha hecho mal,al tiempo que nos relata los requiebros con que siempre me ha obsequiado su hijo,desde luego no en el sentido que ella le quiere dar.Agarrándose a un clavo ardiendo,que no existe,todavía es capaz de preguntarse si el joven podría encontrar una chica como yo.Desconozco si realmente es rematadamente imbecil,o si sólo se lo hace,porque los disgustos no le han quitado las ganas de salir en busca de carne fresca,repartida por todos los garitos de maduros de la capital,cosa que,en su defecto también hace Borja y, que ella sí que le recrimina...Por esa regla de tres,compuesta,se viene a dictar la llamada " ley del embudo". La moderna y madurita mamá parece resistirse a abandonar los dictados de una moral faudal.
Al otro lado de la ciudad ,Marta tiene ya más de treinta.Vive con su madre,y es ésta quien decide qué ropa ha de llevar,cómo debe calzarse y hasta el estilo de su peinado.Come lo que cocina la señora,pues por sí misma es incapaz de preparar nada más allá de un simple bocata.La madre se ha ocupado también de buscarle empleo,y de dar el visto bueno a cualquier otro que ella no le haya proporcionado.Salen juntas a la calle.Juntas acuden también a los escasos encuentros sociales y hasta a los funerales;sobre todo son "punto fuerte" en todos corrillos de cotilleo maledicente del bloque.Siempre van unidas,excepto en una ocasión,en que Marta consigue zafarse de ella (todo un logro),para acudir a la consulta de un psiquiatra.El médico le receta un cargamento de ansiolíticos y antidepresivos,que ella deberá tomar a escondidas,pues éste en su casa resulta también territorio prohibido,al tiempo de una terapia consistente en alejar a la hija de la madre,para evitar así su manipulación.Como era de esperar,Marta no renueva la cita.A pesar de reconocer su estado de secuestro permanente,aún sostiene abundantes síntomas de un Síndrome de Estocolmo.A su hermano mayor,le ha venido como dios el hecho de dejarla ahí aparcada,para que sea el sustento de la vejez de la viuda perenne,según palabras de la propia madre.Su hermano menor,en cambio,se siente responsable de la situación,aunque la piedra no se encuentre sobre su tejado.Habitualmente la agasaja con presentes,e intenta frecuentarla con regularidad,pues sabe que el es su único vínculo con el mundo real.Marta no ha conocido este mundo,mejor dicho,no ha conocido ninguno.Nunca ha tenido pareja,ni ha llegado a salir con nadie.Las pocas amistades con que ha contado han tenido que pasar por el filtro de su mamá,al igual que lo hiciera Bette Davis en su película "La extraña pasajera".Es,en carne mortal,el vivo retrato del personaje.Y,no se resiste.Consciente de saber que nadie podría cubrir su huída,se ha hecho a la idea de tener que soportar las depresiones paranóicas del fichaje con quien comparte su vida.Resulta asombroso pensar que a estas alturas todavía quede tanta gente anclada en los preceptos del cuarto mandamiento,máxime cuando se dan estas situaciones freudianas.
Atrás quedan ya los días en que Borja y Marta eran sonrosados querubes.Ahora que se han convertido en adultos - que no,independientes - parecen no hacer tanta gracia a sus papás.Quizá habría que preguntarles a ellos si les gusta la familia que les ha tocado en suerte.Por eso,y por un buen ramillete de poderosas razones,he preferido servir yo sóla de pasto para los dioses.¡Qué se diviertan conmigo,como de hecho han venido haciendo! ;pero,por favor,que sea respetada mi decisión.No estoy formada ni conformada como para educar a nadie y,dudo que alguien lo esté;menos aún para servir de ejemplo.Habría sido una madre sobreprotectora y castrante.Habría querido tanto a mis hijos,y soy tan asquerosamente responsable que,lo mejor que pude hacer por ellos,fue no tenerlos.
martes, 25 de marzo de 2008
Y,por fin se hizo la luz...
Y,por fin se hizo la luz,que para mí es la oscuridad...Y,por fin puedo dar un "rulo" tranquila, por el lugar, sin miedo a ser pisoteada.
Después de la puta resaca sufrida tras la Semana Santa,por fortuna he llegado a de perder de vista a los cientos de penitentes,nazarenos,visitantes,y moradores de mi Madrid.Porque,estos días de atrás,no había valiente que pudiera salir sin encontrarse rodeado de toda esa piara de almas piadosas,inundando las calles,con su pestilente aroma.¡Menos mal que aseguran que estamos en un estado aconfesional,que si no fuera así,no sé qué sería de nosotros!.
Un añito más teniendo que soportar el despliegue del sarao contemplativo,desde los diferentes pueblos de España.Colocas el telediario,por eso de que "esté de fondo" - como dice uno que yo conozco- y,te ves obligado a presenciar a todos los flageladores y flagelantes "do reino";quienes a juzgar por lo que se vé,no parecen ser escasos.Y,para remate de feria decimonónica,lo acojonante es ya tener que observar a los niños disfrazados de cofrades,de capuchinos,y hasta de Manolas con mantilla negra.Se cuenta que el país está sin un duro,y son precisamente las clases más desfavorecidas las que tiran del pecunio -¡Véte tú a saber de dónde! - para pagarse el atrezzo de un remedo de halloween grotesco.Y, a joderse tocan."Bellis nolis".Claro está que tampoco podemos pretender estar todos en igualdad de condiciones...A buenas horas puede hacerse uno con la rúe cuando convenga a sus manifestaciones espirituales.Éso sería llegar a sacar los pies del tiesto.Y,ni siquiera puede decirse que la culpa sea del gobierno regional que nos ha tocado en desgracia,pues en lo tocante a materia religiosa,priman otros intereses.Por tanto,lo mismo da que esté en el poder Paco que Felipe.Aquí todo dios está avocado a tragar con la costumbre preestablecida.¡Y venga de hacer alarde de imágenes que levantan el estómago al más pintao!,¡Y,venga de gastar dinero del erario público en limpieza extra,en ornamento,y hasta en efectivos policiales!...y,¡Venga de estupidizar al personal que,por casualidad,aún no lo estuviese!.
Quisiera que alguien me explicara por qué coño no puedo yo pasear por Madrid,sin encontrarme con el séquito trasnochado de las jodías procesiones.Y de paso,si no es mucho pedir,que alguien me dijera también (aparte de contrariar al prójimo) cúal es el objeto a seguir por toda esa partida de "comesantos".Quizá es que les parece que la vida no les ha dado suficientemente por el culo,y se ven en la obligación de alimentar determinadas inclinaciones masocas.¡Cúan encabronante resulta presenciar que en este caso,como decía "El Gallo" : "Haya gente pa tó"."Sarna con gusto no pica,pero mortifica",que decía aquel.Una vez escuche aseverar por ahí a un cachondo que algunos "se fuman hasta con el humo de la ensalada".
Los que dicen estar en gracia de dios,apelan a la fé para justificar este rosario de sinrazones.Oiga usted,para fé la que tiene que echarle uno para llegar a serenarse y abortar las ansias de subir a una azotea,acompañado de una recortada.Pasée por otros sitios,contestaría un cínico a mis quejas;pero es que se da la circunstancia de que toda la borreguería pía viene a expandirse precisamente a través de mi barriada.Así que,como no me compre un boeing 747,o me encierre en casa,concluyo harto difícil la posibilidad de hacer vida normal (en el caso de que la tuviera).
Ésta es otra...Si habitualmente ya destesto la programación televisiva,en estos días ha acabado por crispar los muchos nervios que aún me quedan.Y,no es que tuviera interés alguno por contemplar otra cosa que no fuera la resurrección de las almas (que no de los cuerpos),ya que por costumbre no veo el televisor más que para criticar. Simplemente me asquea la colección de films coloreados y versionantes de la historia sagrada.Para sagrada,digo yo,la tranquilidad que nos hubiera gustado tener a muchos,durante estas jornadas.Ya que no he podido "tomar las de Villadiego",al menos creía tener derecho al reconfortante gris de los días ordinarios.La verdad es que,entre unas cosas y otras,no he tenido tiempo para nada.No he hecho nada en especial.Y para variar,no he podido descansar un carajo.Así que,me he prometido a mí misma que la próxima celebración eclesiástica de este cariz,la pasaré practicando sexo,bebiendo vino de Madrid y comiendo bifé de chorizo.Reconozco que será mi particular aullido al sol,pero quedaré más tranquila pensando que de ese modo la cosa quedará "en tablas"...¡Ay,qué penitencia!
viernes, 21 de marzo de 2008
lunes, 17 de marzo de 2008
En los felices ochenta
Al salir de casa,la otra tarde,me cruzé con una cara conocida.A simple vista no conseguía saber de quien se trataba.Andúve un buen rato comiéndome la cabeza,buceándo en mi pasado,tratando de hallar la identidad del sujeto.Una y otra vez,jugueteaba en mi imaginación con su fisonomía,hasta que al fin diera con el resultado del enigma.No era de extrañar que no le hubiese reconocido.Estaba realmente cambiado.Ya no era el adolescente de tupé que esperaba cada tarde, sentado en el pollete del Instituto Cervantes.Es lógico que yo echara a faltar en él ese detalle característico.El estudiado flequillo que luciera veinte años atrás,había desaparecido para dejar aposentada,como única cubertura de su cabeza, una microcabellera rala.Su frente tenía ahora más entradas que la carretera de La Coruña.
jueves, 13 de marzo de 2008
Margaritas a los cerdos
Las generaciones que lucharon por la República y,por la Libertad,se revuelven en sus tumbas.Y yo con ellas.
No contamos nada nuevo,si decimos que ésta es la democracia al servicio de la burguesía capitalista.Pues,de aquellos polvos vienen estos lodos.Cuando la causa comunista del PCE "vendió" su proyecto político,durante la etapa de la transición;vendía a su vez la última posibilidad de justicia histórica,si es que alguna vez existiera la oportunidad de llevarse a cabo.
He visto sucumbir en soledad a mis dos abuelos,después de haber luchado toda su vida por dejar tras de sí un legado vital coherente.Encarcelados,torturados,y perseguidos no sólo durante la etapa franquista.Instados a mentir,desde sus propias filas,con la interesada finalidad de conseguir sustanciosas pensiones que,efectivamente merecían,pero que naturalmente serían rechazadas.Para ellos,habría sido como tracionarse a sí mismos.A la causa.Otros muchos sí supieron subirse a ese oportunista caballo.Y,ahora pasan a engrosar,de la mano de sus descendientes,las filas de la llamada Izquierda en España.
Como consecuencia de esta estirpe de perdedores,he sido significada,desde niña,dentro de un colegio estatal;donde mis profesoras se horrorizaban primero,y me ridiculizaban después,por negarme a hacer la comunión,mientras vociferaban delante de toda la clase que mis padres eran de "la horda roja".Esas curatas,hijas del fascio,se cebaban conmigo por el odio visceral que profesaran a los autores de mis días.Estas que puedan suponer a alguien historias propias del abuelo Cebolleta,sí pueden traer,a la mente de otros,recuerdos fidedignos.Conozco a muchos que aseguran haber pasado por ése,entre otros vejatorios trances escolares,para evitarse males mayores.¡Qué no sería después,durante la etapa de adulto!.
He sufrido,en primera persona,las secuelas heredadas de un talante comprometido,además de un equivocado sentido de la decencia,que sólo ahora (acierto a comprender) sirve únicamente para "pasarlas putas" y,para conseguir quedar por siempre desasistido.Lo peor que le puede pasar a alguien es llegar a este punto de escepticismo.Tener la certeza de que el ideal consecuente no hallará un espacio de cobijo.Sobre todo cuando sabes que su práctica conlleva dejar,con el culo al aire,principalmente a los tuyos.Los principios éticos todavía no se ocupan de pagar las facturas,ni procuran el sustento.
A pesar de todo,aún no he aprendido la lección.Sigo pensando que la lucha no está en las urnas.Debería estar en la calle.El error está siempre en aquel que pide,cuando en realidad debiera disponerse a tomar.En este punto,impera la política de hacer oídos sordos;ya puede pasar,lo que pase.La nebulosa social imprime una negativa constante,cuando se trata de cerrar filas ante cualquier altruista causa.La gente traga con lo que sea necesario,con tal de mantener esta mierda de estado del bienestar,que sólo lo es,para unos pocos.Eso sí,la oligarquía del respetable conserva la suficiente energía como para atacar,por sistema,a todo mortal que se niegue a pertenecer a una acreditada formación.Y es que,aún existe mucho miedo en determinados círculos.Pavor a reconocer la extracción política. Mucho más,a perder el estatus.Esa puta obligatoriedad que empuja al grueso de la población a cargar con un distintivo afín,dentro de esta repugnante aldea global,concebida para otorgar validez a la mayoritaria mesnada.
Ser pobre,y tener un espíritu carente de ambición:Insufrible estigma.
Perdonen,pero es que quiero suponer que,al menos,cada quien debiera tener el derecho de sangrar por su herida.
No tengan en cuenta mis palabras.O sí.Efectivamente,estoy traumatizada por no haber nacido dentro de la mafia siciliana.Ésos,si que saben hacer las cosas.Por deber...debo tanto (a mi gente) que,debería hasta de callarme.
Y,para colmo esta jodía configuración de Blogger,que no se arregla ni queriendo.