martes, 6 de mayo de 2008

Fuera de lugar


Veinte agotadores días para dar carpetazo a lo que venía siendo una filosofía errónea de vida, asentado en el espejismo conformista de la clase media,y aún así,sabiendo que ni de lejos has podido hacerte con sus mañas,ni pertenecer a ella jamás.Siendo el mayor hedonista,no has llegado a disfrutar de nada,ni de nadie.Espejismo de cada día,de cada hora,con el asco permanente en el estómago,según me vienes a contar.Sin vivir ni bien,ni mal,sino todo lo contrario.Sin derecho a quejarte,además;consciente de que ,en la caída (que siempre llega,antes o después),un mínimo resbalón podía llegar a suponer la hostia definitiva.Y,la hostia,llegó.¡Y,de qué manera!.Cuando uno no es un hijo de puta,no cabe esperar que sea de otro modo.Así que,ahora pasas a engrosar la fila de los innumerables consumidores de ansioliticos,precisamente tú,el mismo que antes se negaba a tomar una simple aspirina y, que ahora deambula como perdido desde hace tantas madrugadas.


Te extrañabas entonces o,no llegabas a comprender lo que entrañaba estar en el dique seco,como si resultase tan fácil para algunos haber conquistado tu escalada.Veías los toros desde la barrera mientras te flagelabas,a ratos,con cualquier insignificante cuestión.Perdiste el sueño y la templanza cuando todavía no tenías motivos,incapaz de mirar atrás para reconocer la flor que llevaste durante un buen tiempo pegada al culo.


Casi un año para cerrar una etapa recordada ahora en forma de nebulosa,con esa sensación que tantos otros describieran antes en el convencimiento incrédulo de que, cuanto te pasa, parece sucederle a otro.Otra vez en la cuerda floja,en el punto de partida.Sin tiempo para nada,sin la menor oportunidad de conquistar la escasa dignidad que dices aún pueda quedarte, y con la pesadumbre de no haber estado a la altura de las circunstancias.El panorama que pintaba gris a los veinte,a los cuarenta,se ha tornado definitivamente negro.Y,vuelta a empezar,pero esta vez más cansado,harto de luchar.Sin espectativa de cambio,cuando aceptas que la raíz del mal está en tí por no haber sabido adaptarte a la realidad que te rodea.Bienvenido al club.Eterno autoflagelante.Lamento absurdo para el desertor de las imposiciones sociales que busca forjarse en ellas.En constante huída de ti mismo.Preocupado por el incierto fin que nadie conoce y,sin haberte parado nunca a mirar los árboles del camino.Siento terriblemente que no supieras enganchar al vuelo la propina que, a veces, deja la vida.Como la canción de Rosendo:Siempre fuera de lugar.

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