viernes, 27 de junio de 2008

En boca cerrada


Observante de la revuelta interna del PP,sufridora - entre los sufridores - de la asfixiante no crisis y,del circo judicial Gallardón vs J.Losantos;por si fuera poco,ayer tengo que aguantar durante toda la jornada la desquiciante algarabía de los seguidores futboleros.Bien sabe la providencia que si hubiéranme servido de algo las mañas sicilianas de la Obregón,habría pasado a cuchillo a toda la borreguería asentada,durante horas,bajo mi ventana.El desagradable vocerío de los valientes,cuales José Tomás(en cuyo caso,lo valiente si quitaría lo cortés), empezó a eso de las seis de la tarde,confundido entre los vítores de la rídícula mani semanal que viene teniendo lugar con intención de largar a los toxicómanos del distrito,sólo a aquellos que resultan realmente molestos,por eso de no pertenecer a una buena familia,ni portar ropa de marca o maneras de alto ejecutivo.Entre tanto,ora se escuchaba al no respetable proclamar a gritos:¡Yonquis no,drogas fuera!,ora se desgañitaban chillando:"¡A por ellos!...¡Podemos!".No cabe sino deducir que,este país,amén de conservar la reprobable conducta de mear siempre para abajo,jamás se mostrará dispuesto a prescindir del oportuno dirigismo que trae consigo la celebración colectiva del puto deporte.En ésto,la gente de mi barrio no iba a ser la excepción.En vez de ir a dar por el culo cerca del despacho del Sr.Concejal de seguridad,si es que aún persiste en su intención de querer ponerle puertas al campo,le resulta más cómodo a la mesnada y,desde luego,menos arriesgado montar el tinglao habitual cerca de casa.Al frente de la iniciativa de turno,cómo no,el soplapollas del presidente de la comunidad donde vivo.Y,para postre,seis horas después de la primera convocatoria,hace su aparición en el sitio la congregación de fascistas asistentes a este tipo de reuniones filosóficas,bandera de aguilucho en mano,coreando los acordes de su himno nacional.Así,durante más de una hora.Líbrome de decir que no se la deseo ni a mi peor enemigo,porque mentiría.Me dieron la tarde,la noche,y la madrugada.

De esta guisa,en un estado de hibernación imposible para la estación,bañada en sudor,por eso de que soy más cretina que nadie y,además, he venido a trincarme un enfriamiento estival de los de órdago a la grande;me pudro por dentro y por fuera,maltratando a mis vías respiratorias y,a todo mi ser,con el veneno de la nicotina.Será porque,como apuntaba mi abuela Pili :"El médico me ha recomendado fumar.Me calma los nervios".Ni ella se creía esa patraña,ni yo me la creo;mintiéndome despiadadamente por causa de este enganche asesino.No mata el tabaco.Mata la vida,que decía aquel...me repito mientras voy introduciendo en la comisura de los labios un cigarrillo tras otro,tal vez por miedo a que acabe saliendo por mi boca más de una culebra con familia(Doy fe de que los sapos ya han llegado a asomar),y es que, en ciertas situaciones no llego a entender el refrán ése que reza:"En boca cerrada,no entran moscas".Me inclino más por la rima que le daría colofón:"...pero entran mierdas como roscas".Y,de las grandes.Lástima que a menudo vengamos a ser los mismos quienes tenemos abierto y,sin adecuado filtro,el apéndice bucal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlota,

me alegra ver que has reunido fuerzas y medios para volver.
No desaparezcas Carlota. Date treguas, pero no claudiques.
Y gracias por tus palabras.

Todo mi cariño,
Mastroantonio

Carlota Garcinúñez dijo...

A Mastroantonio:

Es esta puta vida la que parece no otorgarnos la tregua necesaria para remontar una hostia detrás de otra.Aún así,me propongo continuar vomitando aquí -si no toda-,al menos,parte de mi bilis.

Un abrazo,

Carlota.