miércoles, 13 de febrero de 2008

Hoy es el día de los enrabietados


El día de los enamorados,San Valentín o,como coño quieran llamarlo,no es más que una de las muchas estampas que vienen a enturbiar el ya de por sí embarrado ambiente cotidiano;osea,otro esbozo mendaz de los tantos a que mantiene y da cobijo la llamada clase media.Otro decretazo que trae consigo el tufillo maloliente del trasfondo judeocristiano.Una jornada que posiblemente propiciará más de un enrabietado desencuentro entre las partes.Porque,parece que el personal guste de engañarse con tales soplapolleces.
Más que manida está ya,en el tema que nos ocupa,la consabida idea de que éste es en realidad el día de los grandes almacenes.Pero,la gran masa se muestra dispuesta a favorecer este arquetipo absurdo.(Hay celebraciones tan ridículas que,a veces uno no puede evitar pronunciarse).Alguien a quien yo conocí,decía a menudo "No se puede fusilar un ambiente".Pues eso es lo que pueda pretender,en este caso: a la inversa,la celebración de este festejo sin sustancia.Como si fuera posible procurar así - a machamartillo - el concepto que cada quién posea de lo que es una verdadera pasión;veteada toda ella de una atsmosféra de baboso y fugaz sentimentalismo.Éste es el idilio en temporada de rebajas.Es la distancia que se crea entre la sensibilidad y la sensiblería.La .a veces, imperceptible línea que separa el hecho de cultivar el amor o,de añadirle sin piedad coloreados aditamentos.No cabe duda:Una atadura forzosa,creada al albor de la cursilería invasora de nuestras ya suficientemente maltratadas existencias.
¿Qué sucede...,que también hay que poner plazo a los sentimientos?¿Debe encasillarse así la demostración de afecto al ser amado?,¡Venga ya! La auténtica revolución debería empezar a forjarse desde la más estricta intimidad:Desde dentro.¡Cualquiera se atreve,tal y como está el percal!.Líbrenos la providencia de no estar a la altura de las circunstancias.De exonerarnos de esa obligatoriedad a la hora de corresponder a nuestro contrario con un detallito de través,o con un encuentro orquestado desde la costumbre;porque podríamos ser quemados en la hoguera de los indolentes.
Muchos de los que se dicen solitarios (Todos lo somos) - por obligación,o por decisión propia -muerden el polvo,ese día más que nunca ante la imposibilidad de tener pareja.Tienden a sentirse perdidos.Y yo,no entiendo por qué.Si vamos al meollo de la cuestión - como el final sí parece ser oro todo lo que reluce - lo que interesa a la gente no es el hecho de tener o no tener a quien amar;sino más bien a quien lucir,o a quien follar.durante esa jornada feliz.Y si realmente fuera ahí donde radica el asunto,¿Por qué existen tan pocos dispuestos a ofrecer su esfuerzo en el intento de "follarse a las mentes"? ;concepto tan bien retratado en el guión de la película "Martín H"...Como en este mundo de urgencia no hay tiempo para nada,menos lo habrá para entrar en tales consideraciones.Desde luego,no parece ser el objetivo actual,si es que alguna vez lo fuera.
Follarse una mente determinaría otro tipo de fervorosa actuación.Obligaría al individuo a contemplar: A Mirar;verbo que en mi opinión - y aunque no lo parezca - siempre fué el antónimo de el de Ver.Conducirse indefectiblemente en estado siempre alerta.Llegar a plantear la causa en ese punto de lucidez para con uno mismo y para con el amor de tus amores,al margen de remilgadas recetas.Promete ser una andadura árida,pedestre...Una reacción solidaria ; a ratos:altruísta.Pero,al fin evitaría tantos sobresaltos emocionales;sobre todo,de esas caídas en picado que trae consigo siempre la irreflexión en las llamadas artes amatorias.
¿Tan difícil de entender resulta el hecho de apelar ,simplemente a la naturalidad,sin que le tachen a uno de iconoclasta?.Porque en definitiva,nos amamos por miedo,o para intentar mitigarlo en compañía.
No consiste en ofrendar al contrario un presente comprado a trasmano la tarde anterior;por no hablar ya del nunca sorpresivo ramo de rosas.Todos sabemos que éstas llegan casi siempre cargadas de espinas.Al Amor ¡Ahí es nada!,También - por bemoles - hay que dedicarle un día en especial;debe ser porque para muchos no existe más que durante esa jornada.En estas lides deberíamos apostar por la seguridad de una carrera de fondo.Por eso,la acostumbrada cena con velitas, de esa noche,"me da cien patás".Lo único que provoca a un espíritu combativo es el mayor de los bajonazos libidinosos,aun en el caso de que el susodicho fuera un gran semental.Y anda que las tías lo llevamos mejor,¡Cómo para ir a buscar la concupiscencia,o el furor uterino,así,en frío!,sólo por que lo dicte la conducta erótico-colectiva.Todo el mundo sabe que para ser dichoso sólo se necesita tener buena salud y mala memoria:Objetivo nada fácil de conseguir,por cierto.
Algunos jugarán a sentirse especiales ese día,o,más solos que en ninguna otra ocasión.
Aquel rememorará,una vez más,los escasos momentos felices que tuvo con el hijo de puta que tanto daño le propiciara.
Los Pérez -esta vez más pelaos que nunca- se esforzarán por aparentar idilio en el centro de la rutina que les invade.
Zutanita recordará ,un año más,la falta del presente romántico que siempre tenía;pues sabe y desea que ya nadie se lo venga a ofrecer.
Conchita Velasco ya no canta "Hoy es el día de los Enamorados".
Además alguien debiera mostrar un poco de piedad,y apartar esta festividad de nuestros calendarios.Por poner un caso:¿Qué hace la esposa de Jiménez Losantos,entre otras muchas,en esa "alegre" jornada?...No sé por qué viene a mi mente el título del libro que ahora estoy leyendo:"Mala gente que camina",de Benjamín Prado.(Veo que "me voy de vara".Ésa es otra historia).
No sé si es o no Amor,pero me quedo con el sentimiento de complicidad que reflejan cualquiera de las muchas instantáneas de los Cassavetes-Rowlands,(A fin y al cabo,sólo son fotos).Aparentan ser la viva imagen de una pareja de las de Verdad.Muy al margen de arquetipos.La fiel representación del Amor con mayúsculas.De la gente sin coraza.De todos los que no necesitan marcarse el número de la pareja feliz.De la pasión sin parapeto,del reflejo de la cotidianeidad amorosa llevada al mundo real.
Ya lo dijo Balzac:"El Amor no es sólo un sentimiento,es también un arte";o al menos,debería serlo.Tal vez,en materia amatoria,la aventura no debiera consistir en la actitud,sino más bien en la aptitud.Ahí está el reto.
El café:Siempre puro;pero,sin leche y sin azúcar.Es que,nunca me ha gustado la poesía.



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