miércoles, 16 de enero de 2008

¡Arriba el tacón de aguja...al que tanto debo!


La clase:"el charme",eso que dicen los franceses que es,ya no existe.Ahora lo que "pita" es enseñar las tetas hasta el esternón,y bajarse la cintura del pantalón hasta enseñar el tanga.
Y,no es que no nos bastásemos las españolas, solas,para arrabalear el concepto de estética;pero,decididamente,la población latina también ha hecho su parte.Así,el aderezo de las féminas - en estos días colmado,además,de irritante uniformidad - se encuentra a la baja.Sólo es cuestión de buen gusto.Lejos de caer en gazmoñerías de turno,pues nada más lejos de mi intención,si apuntaría a observar la vulgaridad en el vestir de la mujer actual.
Muy atrás, quedan ya,la elegancia de las desaparecidas Barbara Stanwyck o de la Crawford;el sexy infantilismo de Marilyn (de quien me declaro abierta admiradora,pues tengo mi dormitorio colmado de imágenes y recuerdos suyos.No en vano es denominado por mi cuñado como:El Mausoleo).
Hasta no hace demasiadas décadas,no parecía necesario fijarse en el cimbreante movimiento de caderas de la Loren,o en la sensual boca de Jean Harlow,para encontar en la calle mujeres de similar envergadura.Yo,sin ir más lejos - y,no tengo duda alguna acerca de mi condición heterosexual - aseguro haber conocido hembras que no ensombrecerían,en absoluto,al lado de tan magnos "animales" de la pantalla.Su éxito se basaba en el concepto de exclusividad.En algún que otro detalle personal,que hacía que estos seres poseyeran un atractivo indiscutible.Pero,en la época que nos ocupa,la reciente directriz parece inclinada a apuntar que fuera necesario acudir a las entretelas de tienda, de algún que otro modisto de turno, para lucir elegancia.A juzgar por esta máxima,yo no habría ido bien vestida en mi vida.¡Ni ganas!...Hasta las barbas estoy ( aunque aún no las tenga...¡Todo se andará!),de estar obligada a comprar ropa de pobre, a precio prohibitivo,en los pocos establecimientos que puedo permitirme;para contemplar, a los diez minutos,que más de cien féminas portan también mis mismos ropajes.No es cuestión de exquisiteces,menos aún en mi caso.Sí es la realidad del horroroso sistema de mercado que impera.
De esta guisa,me veo deambulando por todos los saldos del centro de Madrid,siempre en búsqueda de una americana negra,de la talla 38,donde además quepa mi busto.No entiendo porqué los afeminados diseñadores confeccionan chaquetas para destetadas... Si ,en mi desesperación,llego a probarme una talla mayor,asisto con disgusto a la imagen ridícula que me devuelve el espejo.Me queda enorme de hombros y de mangas,pero continúo sin podérmela abrochar.Nada que ver con los impecables trajes grises que lucía Kim Novak en escena,o con las blusas - hechas a medida - de la tórrida Lana Turner.
Pues mira los pelos.Sí,hay que decir los pelos.Esa amalgama,en crecimiento,de folículos pilosos;que,portan algunas a modo de fregona desteñida...Esa es otra.Hace años que no piso una peluquería.al menos ,para mí,han resultado ser la mayor estafa del siglo.Por ello,como hiciera en adaptación al medio el crecimiento del pelo del mamut,debido a las glaciaciones;en mi caso,he aprendido a cortar,teñir,y peinar -sóla- mi melena.
Odio ,también,el panty.Nada hay más horroroso e incómodo que ese cinturón de castidad para la mujer "realizada","trabajadora" y "madre".Como no soy ninguna de estas tres cosas,puedo permitirme no llevarlo.
Igualmente horrible me parece el "casual ware".¡Dónde esté con traje de chaqueta,negro,con abertura en falda,que se quite la boba costumbre de imitar a los hombres a la usanza del ejecutivo agresivo!.
Los zapatos unisex resultan tristes,sosos,y tan conservadores como el actual rol de anudarse la bufanda,al cuello,a modo de lazo corredero;al más puro look de Esperanza Aguirre,¿A alguien se le puede ocurrir semblanza peor?.
Fea,de cojones,es también la combinación imposible de colores que algunas llevan encima.Decía Luis Escobar;marqués que, además,parecía ser persona,...cosa rara en el hecho de ostentación de título :"Una dama,para serlo,jamás debe enderezar el dedo meñique al beber café de una taza,no llevar nunca más de dos colores,y jamás orinar delante de su amante". Por lo que se vé,son muchas ,demasiadas quizá, las que han decidido hacer caso omiso de sus advertencias.
Se ha querido dar paso a eso que los prácticos llaman comodidad;como si ésto fuera razón suficiente para ir por ahí hecho un Adán.En este caso,una Eva cualquiera.¿Acaso todo está justificado con la llamada funcionalidad, a la que se apela?.¡Ni de coña !.Nada ,que merezca la pena,resulta fácil o cómodo.Yo,que en lo único que soy experta es en hacer cosas que no sirven para nada, digo:Si.Sí creo en un ideal de belleza femenina,únicamente encaminada a colorear el ambiente,sin mayor pretensión,¿Por qué no?...Es aquello que marca la diferencia entre María del Monte y Doña Concha Piquer;entre Paz Vega y Amparo Rivelles;entre Penélope Cruz y Concha Velasco;o, entre Elsa Pataky y la Marisol de hace treinta años,cuando ambas tenían la misma edad.Las segundas;siempre damas.Las primeras;sólo mujeres.Ahí radica la diferencia.
Existe en esto del atuendo,quizá más que en nada,el prejuicio certero de aquello que ,nada más mirar, te entra por los ojos.¡Cuántas veces tengo que oir - de boca de otras señoras - a menudo comentarios ramplones.Esos que te dicen: ¡Qué mona vas siempre!,¡Tan conjuntada,...tan con tus tacones!.Es la socarronería peligrosa que siempre han tenido las amigas.Esas que ya no tengo,y que no quiero tener.La mujer en estado puro:Ese bicho peligroso - en su mayoría -,dispuesto a envidiar hasta lo más detestable.
A pesar de mi culto a la estética,mi incesante afán continúa dispuesto a intentar mimetizarme;pero,¿Qué hacer cuando uno es como es?.Decía mi abuela :"Cuando salgo de casa,me pongo un hongo;las faltas que me ponen,pá las que pongo"...Realmente, no es verdad.Me cabrea, infinito, que me miren.Yo jamás observo a nadie de forma que le pueda molestar.Es un comportamiento propio de aldea.Pero,claro,es que ahora los moradores de éstas se han instalado en mi barrio...esa aldea global que es ahora Madrid,Madrid Centro,Madrid y sus alrededores,España,el mundo;en fin, todo...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah!, Carlota... Usted si que sabe. Donde esté el glamour que destilan un bustier de encaje o un bonito brasier, unos zapatos de tacón y unas medias con liga y costura atrás... ¡Qué se le va ha hacer si uno tiene gustos de fetichista irredento!

Lo comentaba recientemente en un foro que frecuento a menudo. Toda esta situación me recuerda a una vieja viñeta gráfica de finales de los setenta (lamento no recordar el dibujante) en el que dos "pelusos" de reemplazo iban caminado por la calle y comentaban: "Chicas Ye-Ye... Chicas Pop... ¡Tonterías!. Donde estén las chicas-chicas"

Pues eso, que donde estén las chicas-chicas, que se quiten todos esos lenguados relamidos sin clase, estilo ni gusto alguno.

Obviamente, la cuestión también sería aplicable y extensible a los hombres y a esos modales de gañan asilvestrao que tan de moda se han puesto últimamente pero... eso que lo cuente otro. :-)

A sus pies, Milady
Pedro de Paz

Carlota Garcinúñez dijo...

¡Está bien!,quizá más adelante hablemos del arte del vestir en el hombre.Pero será más tarde.Ese es un tema que me tiene algo cansada;sobre todo,porque entre algunas de mis ocupaciones,también se encuentra la de ejercer de asesora de imagen de algunos de los varones que me circundan.¡Pobres!,¿Cómo decirles que no?...sobre todo porque si se vistieran,sin asesoría,yo no me atrevería a salir a la calle con ellos.
Salud siempre!

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja… Pus con migo te morirías de vergüenza. Visto con lo que me regalan y las camisas, polo, pantalones y esas cosa me duran años. Tanto que algunas cosas se han vuelto a poner de moda. JA, ja, ja…
Gracias por tu visita.

Besos con chanclas (lo que suelo llevar en los pies)

Carlota Garcinúñez dijo...

Espero que,además,no te las pongas con calcetines.Eso ya sería un poco fuerte,¿no?.De cualquier forma,tampoco te disfraces de hombre sofisticado.En mi opinión,el look "mafioso" nunca falla.
Salud!