sábado, 12 de enero de 2008

¿Poquito copa?


La otra noche salí con Fernández.Fuimos a cenar - como siempre - al puto restaurante chino de la esquina.Aquel día no habiamos tenido tiempo de reservar en Horcher,y pensamos que entrar allí sería lo más conveniente.Lejos queda el tiempo de las alegrías culinarias en otros restaurantes de mejor pelaje.

Nada más entrar,cómo no, nos obsequian con el consabido saludo de bienvenida;ese que ofrecen a todos sus estafados habituales.Tomamos asiento al lado de una puerta con aspecto herrumbroso,supuestamente encargada de facilitar la salida de emergencia,y ante nuestro asombro - todavía no entiendo cómo aún nos puede quedar tal - enseguida percibimos que se encuentra atrancada,y que, a saber dónde iría a parar.Un momento después, se levanta de la mesa la pareja que estaba a nuestro lado.El ,se acerca hacia la pared y ,dirige fijamente su mirada a uno de los horripilantes espejos que la adornan.Enseguida alerta a su chica.Le avisa de que detrás de la luna se encuentra una cámara.Después se atusa el pelo,y ambos se marchan.Mientras,mi interlocutor y yo estamos enfrascados en nuestra conversación,pero ya hemos decidido que tomaremos vino blanco - eso sí,de marca,precisamente el más barato de todos -;lo hacemos porque en otras ocasiones ,al pedir el de la casa - que ,en este caso,debe ser el de la morada del miedo - ya nos habían largao un Perlado de tetra brick instalado dentro de otra botella.Los muy cabrones hacen como que te la abren ,ya en la mesa,pero se sabe que lo único retirado es el tapón.

Decidimos ,rápidamente ,el brevaje inmundo que vamos a meternos entre pecho y espalda;y,al momento,se acerca el chino de turno para servirnos la bebida.Su intención es hacer el acto de vasallaje habitual del momento de la cata.Pasamos del tema.Nos parece ridículo parecer como que te marcas el rollito de somellier,sobre todo cuando estás pagando por una botella de vino barato,que puedes encontrar ,además a mejor precio,en la tienda de la esquina.De cualquier forma ,empezamos a beber ,cuando el menda ya se ha retirado. Es entonces cuando,nada más posar la boca en la lejía que se había instalado en mi copa,adivino con estupor que éste también procede del embudo farsante de su cocina. Es en ese momento cuando hay división de opiniones.Mi pareja quiere cagarse en la madre del que nos lo ha traído .Yo,por mi parte,mencionar la cornamenta del autor de sus días,pero llegamos a la conclusión de que - al menos, por ahora - es el único sitio que puede perimitirse nuestra economía;dónde puedes tirarte horas hablando y dándole al etílico gaznate sin que te molesten más de lo necesario.

...Transcurre así nuestra cena ,a secas,pues yo ni siquiera me atrevía a pedir algún embotellado en chapa.Me fío menos de éstos que de un mono con una gillette... y el vino,bueno, mejor dicho:el orín alcohólico que teníamos en la mesa no invitaba ni a mojarse los labios .Transcurrida la árida velada ,pedimos la cuenta sin alzar la voz,ni montarles el numerito del cliente insatisfecho - pues en ese caso sería para no volver;de lo contrario bien podrías acabar comiéndote las babas del abuelo Chen - cosa que, nadie dice que no hayamos hecho hasta ahora.

Por fin llega el chinito ,con la dolorosa,al tiempo que nos ofrece "poquito copa".Aceptamos,cómo no.Siempre aceptamos ,con la excusa de echar el último de los ciento veinte mil cigarros que ya hemos fumado.Y, vemos caminar hasta nuestra mesa ,a un platito que alberga dos dedales de licor.Viene de la mano de otro hijo del sol naciente,otro "solapao",como dice Matilde que son todos los orientales.Aún así tomamos, más exactamente, sorbemos el mininéctar,y nos despedimos de las asombrosías del local gastronómico - y que no se me enfaden los chefs por esta calificación - hasta nueva incursión en el sitio.

...En fin,y pensar que todo ésto nos sucede por no estar entre la insigne clientela de Jockey.¡Hostias! También es mala suerte...andar sin blanca y además ser depositario de paladar.

Bien pensado,la que también lo lleva de culo ,es la empresa catalana que presta su etiqueta al vino de garrafón.¡Menuda publicidad para sus caldos!

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