sábado, 19 de enero de 2008

¿Se los tragó la tierra?


Me inquieta.Siempre me inquieta la enigmática desaparición de alguien.Si,además se trata de un niño,la inquietud genera en mi cabeza un flash back repiqueteante.

En algún momento mantúve que el origen de las cosas estaba basado en la causalidad,nunca en la casualidad;pero, hace tiempo que demasiadas evidencias me inclinan a pensar lo contrario.¡Tanta es la profusión de estos casos!.Ya, al margen de los últimas noticias al respecto;resulta inevitable,para mí,el hecho de rememorar el inconcluso caso de Dónovan Párraga.Sobre todo, después de haber leído el dictámen que sobre su autopsia hiciera el profesor Andrade.Asimismo,me pregunto que extrañas circunstancias llegarían a envolver la desaparición ,en una clínica de reposo,de la joven Gloria Martínez,y el nexo en común que éste historial presenta con la chapuza vergonzante en el desarrollo de la investigación del llamado Crímen de Alcácer.(Veáse todo el entramado en la pag.Web Viriato Luchador,no apta para estómagos delicados,aunque resulte obligada referencia).En ella ,deja constancia de una honestidad probada ,el incorruptible Dr.Frontela.Sus certeras investigaciones pondrían al descubierto,y en tela de juicio,todo el estudio inicial del proceso.Sin duda, y como tan habitualmente expone todo suceso que pueda ofrecer salpicadura a la clase política ; la prensa , representada en ese momento,y siempre, por algún que otro oportunista en auge,llegaría únicamente a ofrecer la versión sesgada y torticera de los hechos.Triste final.

De este modo,van acumulándose miles de fríos expedientes sobre los despachos de las fuerzas de orden público,ésas que son tildadas de insigne profesionalidad por los más de un periodistas del ramo.Mi pertinaz escepticismo,siempre se ha inclinado a pensar - a riesgo de ser tachado de sutil demagogia - las razones por las que suele dárseles carpetazo a casi todos los casos que no tienen detrás la caprichosa circunstancia de pertenecer a una "buena familia".No hay que ser un lucidario para intuir,como en todo el resto de la puntual información recibida,que la verdadera trastienda de estos casos queda enterrada para siempre.Nadie quiere escuchar penas.No hay más que entrever,tras los rostros desencajados por el dolor,el atisbo de incredulidad que manifiestan los familiares de desaparecidos.¿Por qué a mí?,se preguntan,como lo haríamos todos de estar en sus zapatos.Mientras,sirven de pasto al sensacionalismo más vomitivo,en su peregrinar por la pantalla.En horarios de máxima audiencia;dónde son cerradas sus bocas para dar paso,en el momento más inesperado,a la obligada publicidad.Y es que,nunca falta a propósito de todo ello, el oportuno presentador de turno, aplicando la denominación de:"Casos aislados" a estos dramas humanos.Es la consabida respuesta,con el bienaventurado siempre fin,de que no cunda la alarma social. Me pregunto qué sería necesario,según sus obtusas mentes,para que ésto sucediera.Acaso estén bastante más preocupados por el delicado encanto de la burguesía,o por las novedades de entrepierna de los miembros de la Casa Real (Perdón!,quise decir realmente por el devenir palaciego,pues ni para eso "les dan los huevos",...tan ocupados ,ellos, en no perder foco).
He conocido el percal,de cerca.Creo saber que en definitiva,en ésto,como en casi todo lo pernicioso de la existencia,sólo podemos esperar que el destino pase de largo,y se niegue a brindanos tales desgracias.Sabed que no existe lugar adonde se pueda recurrir. En este puto mundo el mal permanece acechante. En todas direcciones.

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