viernes, 25 de enero de 2008

Vivir...de puro milagro


Son las ocho de la mañana.Doy un salto,y me incorporo de la cama.Ha sonado el teléfono.Es Bita.La suya fué también la última llamada que recibí ayer.Me comenta algo acerca de los últimos acontecimientos,y en seguida comenzamos a intercambiar información.Ella,acaba de llegar a la oficina y,ya está delante del ordenador.Sin apenas tener tiempo para desayunar,ha vuelto a lanzarse a la pantalla,como lo hace cada día desde dos meses atrás;también ahora por motivos personales.Así va simultaneando las apresuradas llamadas entrantes y el servicio obligado a su inacabable clientela.Sabe,que tampoco hoy tendrá tiempo para bajar a comer,así que va a aprovechar algunos minutos del mediodía para continuar buscando.Su chico,ella,y el perro de ambos,tratan de encontrar un hogar.Bueno,eso es mucho decir,en realidad les bastaría con hallar un techo y espacio ajustados a sus necesidades...Es la complicada odisea que se presenta,en estos días,a la hora de buscar alquiler.Y,es que algunos ya no somos veinteañeros,y el afán de aventura no alcanza para estos trotes.

Hasta este momento han estado viviendo en un pequeño apartamentito.Nada del otro jueves;pero,que a ellos les había venido haciendo las veces de casa.En marzo deben irse de allí.El propietario - un indivíduo con mejor suerte que la de ellos - quiere vender.El tipo,que ni siquiera vive en Madrid,parece estar bien situado y,después de algún que otro rodeo,ha decidido sacar partido de la inversión que hicieran sus papás,al regalarle el pisito como obsequio fin de carrera.El nunca ha llegado a habitar la casa.Demasiado modesta,supóngo,a pesar de encontrarse en una manzana residencial,de esas que han puesto en boga todos los desertores del arado que hasta aquí han venido.Por ésto,y por tantas otras cosas,llevamos unas cuantas semanas de cabeza.O sea,como siempre, o como diría Groucho Marx: "Partiendo de la nada,hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria".Y es que,para nosotros no parece dispuesta a sonseir la diosa Fortuna.Estos últimos años,todos los que yo recuerdo,han sido así...Pero,esa es otra historia,¡Para qué contar!.

Desde el otro lado del teléfono,Bita,viene a solicitarme toda la información que yo haya podido conseguir hasta el momento.Paso a dictarle la relación de los pisos hallados en Madrid Centro...Todo ese rosario de mentiras,a propósito de las condiciones de los inmuebles y,de los prohibitivos precios que les acompañan.Mientras ella toma nota apresurada de todo;yo,la adivino apagada,ausente.Su tono de voz da a entender que esté pasando por ese momento en que uno sabe que ha perdido pie.Le queda algo más de un mes de alquiler en el sitio.Casi lo justo para recoger bártulos.Pero,inconscientemente,hace ya algún tiempo que comenzó a levar anclas.Su estado de ánimo no representa para mí una sensación ajena;pues,hasta hace no tanto andúve bajo su misma tesitura...Aún es el día en que permanece sin desenvalar la biblioteca.No es capricho.Ni siquiera el hecho es consecuencia de mi vagancia.Ni mucho menos,es sólo que hasta ahora no conseguí la pasta necesaria para comprar unas estanterías.Pecata minuta...sobre todo,cuando recuerdo las condiciones en que túve que entrar a vivir en una pocilga de la Calle de Argumosa.A pesar de todo,conservo de allí buenos y malos recuerdos.

Como dicen que la suerte va por barrios,se vé que ahora les ha tocado a ellos.Igual que otros tantos insolventes de mi condición,llevan muchos años currando como cabrones ( del perro: no sé que lo haga,pero no me extrañaría,porque lo cierto es que son una familia de lo más singular).A pesar de ello,permanecen en el dique seco,desde que los conozco.No han tenido,hasta el momento,la menor intención de compra.Además,en su caso,tampoco se habría dado esa oportunidad.Sólo aspiraban a encontrar una vivienda digna.Ahí es nada!...Y con el jodío sueldo de mileurista,que ése si que no sube nunca.Total,que a éste paso tampoco iban a ser los únicos desahuciados que yo conozca.Coñas aparte;pregúntome yo a propósito de las No ayudas que puedan percibir;pues,si están esperando algo de su círculo más íntimo,lo llevan "clarinete".No son inmigrantes.No son menores de treinta.No son indigentes (Aún).No son drogodependientes (mas que a los ansiolíticos y a los calmantes).No pertenecen a una familia desestructurada ( O sí,pero creo que en este caso no cuenta ).No han sido víctimas de malos tratos ( Salvo todos los que les ha brindado esta selva urbanita).No tienen prole a la que deban mantener (pues,sólo eso faltaba).En fin,que su situación es una de esas tantas en que no sabes si contratar criada o ponerte a servir.Después de llevar tantos años fuera del domicilio paterno,el hecho de volver allí - con la condición de que aún quisieran darte "cuartelillo" - asusta casi más que verte en la calle.Tener que desmembrar tu casa,tus muebles,y todas tus pertenencias,no es plato de gusto para nadie.

En estas situaciones,los viejos aluden rápidamente a ese dicho tan socorrido que propone aquello de que lo más importante es la salud.En éste,y en tantos casos similares,ni éso;pues,a base de sufrir tanto susto y ,de este contínuo sube y baja, el empuje inicial acaba por no prestarse para nada.

Lástima es no haber nacido dentro de una familia solvente.Más penoso,si cabe,para todo,el hecho de llevar entre las venas el veneno de Madrid.Porque a éstos,les pasa como a mí.Si a menudo no se meten un chute de Plaza Mayor,sucúmben.¡Dios proveerá!,dicen los creyentes mientras otros sobreviven de puro milagro....Jugar a las casitas ya no es tan divertido como cuando éramos niñas;sobre todo,porque ahora sabemos que algo nos ha convertido en las muñecas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste realidad, vive Dios. Antes al menos te quedaba el consuelo de marcharte a vivir al extrarradio y dosificarte esos chutes de cañas en Cava Baja, bacalao en "Revuelta" (Puerta Cerrada), calamares en Plaza Mayor, vinos en "El Abuelo" y mejillones picantes en el pasaje de Matheu. Ahora, ni ese consuelo te queda. La periferia se ha puesto aún más imposible que el centro. El camelo ese de la calidad de vida de las zonas residenciales y tal ha causado autenticos estragos inmobiliarios. Y los precios, ni mirarlos. Y sé de lo que hablo. Siempre fui un periférico de acreditada raigambre.

Un cordial saludo,
Pedro de Paz

Carlota Garcinúñez dijo...

Cómo diría el maestro Yoda:¡Qué la "Fuerza" nos acompañe!
Salud!